DIOS TE LLAMO A SER SU HIJO AMADO Y A SER PARTE DE UN MINISTERIO MUY SANTO Y ESPECIAL Y DIOS VA A TRASFORMAR TU VIDA E L VA INICIAR UN PROCESO ESPECIAL Y MARAVILLOSO DE PERFECCIONAMIENTO PARA QUE PUEDAS SER UN VASO DE HONRA Y UN SIERVO CON CARACTER INTEGRO, CON VIRTUDES Y VALORES Y CON MUCHO FRUTO PARA LA GLORIA DE DIOS Y PARA QUE SEAS UN CANAL DE BENDICION Y UN SIERVO LLENO DE FE Y PUEDAS SERVIR Y MINISTRAR CON EFECTIVIDAD AL PUEBLO DE DIOS.
QUIERO EMPEZAR ESTE ESTUDIO CON UNA HERMOSA HISTORIA QUE ILUSTRA DE ALGUNA MANERA LA OBRA DE DIOS
EL JARRON DE PORCELANA
Cierta vez , en Inglaterra, existía una pareja a la que le gustaba visitar las pequeñas tiendas del centro de Londres. Una de sus tiendas favoritas era una donde vendían vasijas y jarrones antiguos.
En una de sus visitas a la tienda vieron un hermoso jarron de porcelana.Estaba tan finamente pintado y adornado ybrillaba de una manera muy especial .Era una obra de un gran artista , sin duda.
-¿Me permite tomar ese precioso jarron ?- preguntó la señora- ¡Nunca he visto un jarron tan precioso y fino como este!
En cuanto tuvo en sus manos ese hermoso jarron , sorprendida escuchó que comenzaba a hablar y le decía:
-¡Yo no siempre he sido este jarron que usted tiene en su mano! Hace mucho tiempo yo era solo un montón de barro . Pero mi creador me escogió un dia y me llevo a su taller y me tomó entre sus manos y me golpeó y me moldeó cariñosamente. Llegó un momento en que me desesperé de tanto golpe y tantas vueltas y le grité: "¡Por favor! ¡Ya déjame en paz!" Pero el solo me sonreía y decía: "Aguanta un poco más, todavía no es tiempo".Mi proceso no ha terminado. Te estoy limpiando de toda impureza... Ya veras la obra que voy a hacer en ti..seras algo muy hermoso y especial!!
Después mi creador el Artista me puso en un horno muy caliente. ¡Yo nunca había sentido tanto calor! Me pregunté por qué mi creador querría quemarme, así que golpeaba la puerta del horno con desesperación.Y gritaba!!Sacame de aqui!!sacame de aqui!! por favor!! Sin embargo, a través de la ventana del horno pude leer sus labios que me decían: Ten paciencia!! "Aguanta un poco más, todavía no es tiempo" hasta que finalmente él abrió la puerta... Entonces mi creador me tomó y me puso en una repisa para que me enfriara. "¡Así está mucho mejor!", me dije a mi misma, pero apenas me había refrescado un poco, cuando mi creador... ¡ya me estaba cepillando y pintando! ¡El olor de la pintura era horrible! ¡Sentía que me ahogaba! "¡Por favor detente!" le gritaba, pero mi creador solo movía la cabeza haciendo un gesto negativo y decía "aguanta un poco más, todavía no es tiempo".
Al fin dejó de pintarme... ¡pero esta vez me tomó y me metió nuevamente en otro horno! No era un horno como el primero, ¡sino que era mucho más caliente! ¡Ahora sí estaba segura que me asfixiaría! Le rogué y le imploré que me sacara... grité, lloré... pero mi creador solo me miraba diciendo "aguanta un poco más, todavía no es tiempo". ¡En ese momento me di cuenta que no había esperanza! ¡Nunca lograría sobrevivir a ese horno tan caliente! Pero justo cuando estaba a punto de darme por vencida se abrió la puerta y mi creador me tomó cariñosamente y me puso en una repisa que era aun más alta que la primera, y allí me dejó un momento para que me refrescara. Finalmente, después de una hora de haber salido del segundo horno, me dio un espejo y me dijo: "¡Mira! Esta eres tú" ¡Lo que yo veía era hermoso!
Entonces mi creador nuevamente me dijo:
-Se que te dolió haber sido golpeada y moldeada por mis manos, pero si te hubiera dejado como estabas... te hubieras secado. También sé que te causó mucho calor y dolor estar en el primer horno... pero de no haberte puesto allí, seguramente te hubieras quebrado. Sé que los gases de la pintura te provocaron muchas molestias, lo sé... pero de no haberte pintado tu vida no tendría color. Y si yo no te hubiera puesto en el segundo horno, no hubieras sobrevivido mucho tiempo, porque tu dureza no había sido la suficiente para que subsistieras. ¡Ahora eres una vasija terminada! Y eres lo que yo tenía en mente cuando comencé a formarte...Estoy muy alegre de verte!!
Eso misma pasa con nosotros. Dios es el Alfarero, el artista que ha tomado este barro y nos va moldeando a Su Imagen. Dios es bueno y compasivo y nunca va a permitirnos que vivamos algo que no podamos soportar. Dios es fiel y el sabe lo que hace con cada uno de nosotros. Una obra maravillosa que refleje su gloria. Él es el artesano y nosotros somos solamente el barro con el cual Él trabaja. nos moldea continuamente y nos da forma para que lleguemos a ser una pieza perfecta... resistente y podamos cumplir con su propósito.Somos vasijas de greda, de barro dice la Biblia... 2 Corintios 4.7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro,
LOS VASOS DE BARRO DE DIOS
Parábola del alfarero
18 Ésta es la palabra del Señor, que vino a Jeremías: 2 «Baja ahora mismo a la casa del alfarero, y allí te comunicaré mi mensaje.»
3 Entonces bajé a la casa del alfarero, y lo encontré trabajando en el torno.4 Pero la vasija que estaba modelando se le deshizo en las manos; así que volvió a hacer otra vasija, hasta que le pareció que le había quedado bien.
5 En ese momento la palabra del Señor vino a mí, y me dijo: 6 «Pueblo de Israel, ¿acaso no puedo hacer con ustedes lo mismo que hace este alfarero con el barro? —afirma el Señor —. Ustedes, pueblo de Israel, son en mis manos como el barro en las manos del alfarero. 7 En un momento puedo hablar de arrancar, derribar y destruir a una nación o a un reino; 8 pero si la nación de la cual hablé se arrepiente de su maldad, también yo me arrepentiré del castigo que había pensado infligirles.
9 En otro momento puedo hablar de construir y plantar a una nación o a un reino. 10 Pero si esa nación hace lo malo ante mis ojos y no me obedece, me arrepentiré del bien que había pensado hacerles. 11 Y ahora habla con los habitantes de Judá y de Jerusalén, y adviérteles que así dice elSeñor: “Estoy preparando una calamidad contra ustedes, y elaborando un plan en su contra. ¡Vuélvanse ya de su mal camino; enmienden su conducta y sus acciones!” 12 Ellos objetarán: “Es inútil. Vamos a seguir nuestros propios planes”, y cada uno cometerá la maldad que le dicte su obstinado corazón.»
13 Por eso, así dice el Señor:
«Pregunten entre las naciones:
¿Quién ha oído algo semejante?
La virginal Israel
ha cometido algo terrible.
14 ¿Acaso la nieve del Líbano
desaparece de las colinas escarpadas?
¿Se agotan las aguas frías
que fluyen de las montañas?
15 Sin embargo, mi pueblo me ha olvidado;
quema incienso a ídolos inútiles.
Ha tropezado en sus caminos,
en los senderos antiguos,
para andar por sendas
y caminos escabrosos.
16 Así ha dejado desolado su país;
lo ha hecho objeto de burla constante.
Todo el que pase por él
meneará atónito la cabeza.
17 Como un viento del este,
los esparciré delante del enemigo.
En el día de su calamidad
les daré la espalda y no la cara.»
¿Quién ha oído algo semejante?
La virginal Israel
ha cometido algo terrible.
14 ¿Acaso la nieve del Líbano
desaparece de las colinas escarpadas?
¿Se agotan las aguas frías
que fluyen de las montañas?
15 Sin embargo, mi pueblo me ha olvidado;
quema incienso a ídolos inútiles.
Ha tropezado en sus caminos,
en los senderos antiguos,
para andar por sendas
y caminos escabrosos.
16 Así ha dejado desolado su país;
lo ha hecho objeto de burla constante.
Todo el que pase por él
meneará atónito la cabeza.
17 Como un viento del este,
los esparciré delante del enemigo.
En el día de su calamidad
les daré la espalda y no la cara.»
18 Ellos dijeron: «Vengan, tramemos un plan contra Jeremías. Porque no le faltará la ley al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta. Ataquémoslo de palabra, y no hagamos caso de nada de lo que diga.»
19 ¡ Señor, préstame atención!
¡Escucha a los que me acusan!
20 ¿Acaso el bien se paga con el mal?
¡Pues ellos me han cavado una fosa!
Recuerda que me presenté ante ti
para interceder por ellos,
para apartar de ellos tu ira.
21
¡Escucha a los que me acusan!
20 ¿Acaso el bien se paga con el mal?
¡Pues ellos me han cavado una fosa!
Recuerda que me presenté ante ti
para interceder por ellos,
para apartar de ellos tu ira.
21
AQUI DIOS LE HABLA AL PROFETA JEREMIAS QUE LA NACION DE ISRAEL ES COMO UN VASO DE BARRO EN SUS MANOS. Y AQUI VEMOS LA INTERCESION QUE HACE JEREMIAS. LO PODRIAMOS LLAMAR EL GRAN PROFETA INTERCESOR PORQUE MUCHAS VECES SE PUSO EN LA BRECHA DELANTE DE DIOS PARA CLAMAR E INTERCEDER POR SU PUEBLO.
UNA DE LAS GRANDES CLAVES DEL EXITO Y DE VICTORIA EN LA VIDA DE UN BUEN INTERCESOR ES SABER TOMAR BUENAS DECISIONES, PORQUE SI UNA PERSONA SABE TOMAR DECISIONES ACERTADAS SU VIDA IRA MEJORANDO CADA VEZ MAS..ABRA UN AVANCE HABRA MAS PAZ, MAS EXITO MAS PROSPERIDAD, AHORA SI UNA PERSONA NO SABE TOMAR BUENAS DECISIONES (POR FALTA DE SABIDURIA)SUFRIRÁ PERDIDAS Y DERROTAS EN CASI TODAS LAS AREAS DE SU VIDA , FAMILIA, ECONOMIA, ETC. POR ESO LA BIBLIA NOS ACONSEJA QUE DEBEMOS PEDIR A DIOS QUE NOS DE SABIDURIA E INTELIGENCIA, QUE NOS ILUMINE Y NOS DE SU LUZ PARA PODER TOMAR LAS MEJORES DECISIONES. SANTIAGO NOS DA UN TREMENDA PROMESA..EL QUE NO TIENE SABIDURIA PIDALA A DIOS Y EL SE LA DARA ABUNDANTEMENTE !! NUNCA DEBEMOS TOMAR UNA DECISION GUIADOS POR LAS EMOCIONES. ESTAS SON MUY ENGAÑOSAS. EN OTRAS PALABRAS NO DECIDAS NADA GUIADO POR LA MENTE CARNAL .(POR LE VIEJO HOMBRE) LOS VENDEDORES SABEN ESTO..QUE SI LOGRAN EMOCIONAR A UNA PERSONA, ELLA TOMARA LA DECISION DE COMPRAR ALGO Y LUEGO SUFRIRA PORQUE TENDRA QUE PAGAR LAS CUOTAS POR AÑOS. QUEDARA ATADA A UNA DEUDA.
LA SABIDURIA DE DIOS LA OBTENEMOS CUANDO ORAMOS, CUANDO SE LA PEDIMOS A DIOS CON TODA HUMILDAD COMO HIZO EL JOVEN REY SALOMON, CUANDO PERSEVERAMOS E INSISTIMOS ROGANDO EN SU BENDITA PRESENCIA Y LE DECIMOS ... PADRE AMADO SIN TI NADA SOY AYUDAME GUIAME !! DAME UN POCO DE TU MARAVILLOSA SABIDURIA POR FAVOR ILUMINA MI VIDA CON TU LUZ MARAVILLOSA.
LA SABIDURIA DE DIOS SE OBTIENE PASANDO TIEMPO MEDITANDO EN LA BIBLIA Y USANDO UN DICICONARIO Y VARIAS VERSIONES PARA ENTENDER BIEN LO QUED IOS NOS QUIERE DECIR. OBTENEMOS SABIDURIA CUANDO HACEMOS RETIROS Y NOS DEDICAMOS EN ESOS DIAS A BUSCAR SOLO A DIOS Y A TENER UNA COMUNION MAS INTIMA CON EL EN AYUNO Y ORACION. VIENE LA SABIDURIA A NUESTRA VIDA CUANDO BUSCAMOS MAESTROS BUENOS Y SABIOS DE LA BIBLIA Y OIMOS ATENTAMENTE SUS PREDICACIONES TOMANDO APUNTES Y LEEMOS SUS ESTUDIOS Y LIBROS.
ES MUY IMPORTANTE QUE UN HOMBRE O MUJER DE ORACION SEAN LLENOS DE GRACIA Y DE LA SABIDURIA DE DIOS.
LAS CARACTERIZTICAS DE UN VASO DE BARRO.
2 Corintios 4:7-12
“Los cristianos somos solo vasos de barro y nada más”
Este será un tiempo especial de refrigerio, un tiempo de reflexión,
pero con la ayuda de Dios también será un tiempo para ser animados para ser moldeados de acuerdo con la voluntad de Dios.Para ser los vasos que El quiere que seamos. Todos servimos a Dios y trabajamos en áreas diferentes - algunos en la predicacion y otros en la música, otros en la instrucción de niños, otros como coordinador de ujieres,otros somos ministros ordenados, etc...
Pero, seguro estoy que la Palabra que hoy estaremos considerando obrará para
bendición en cada uno de nosotros.Sin importar el area en que Dios te puso.Todos somos importantes en el cuerpo de Cristo. Podiamos decir que unos son los pies, los que salen a evangelizar, otros son las manos los que ayudan, sirven, otros son ojos, los que vigilan u supervisan, etc.
Estare considerando este interesante pasaje en donde Pablo identifica a todos
los servidores como “vasos de barro” (2 Cor. 4:7).
Hoy estaremos considerando:
1. La naturaleza del vaso de barro
2. El contenido del vaso de barro
3. La gloria de Dios manifestada
Pablo comienza esta porción declarando que “tenemos este tesoro en vasos de barro”. Sabemos que cuando Pablo habla acerca del vaso de barro está refiriéndose a todo siervo y a todo ministro. Al principio del capítulo leemos - “Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos” (2 Cor. 4:1).
En la Biblia nos nos habla de varias formas, una como siervos, otra como soldados y otra como administradores o mayordomos.
A lo largo de la Escritura vemos que los servidores del Señor son comparados los
mayordomos de alguna hacienda o como simples administradores (Mt. 20:8, Luc. 12:42). Pero, en este lugar se nos asemeja con un simple objeto inanimado. Un simple vaso de greda, de arcilla o de barro. La mayoría de nosotros conocemos lo que es un vaso de barro.O una simple maceta. De esas que se usan para poner plantas.
A través de las vastas excavaciones en el Medio Oriente e Israel hemos aprendido muchas cosas acerca de como era la vida en los tiempos Bíblicos. Sabemos que los recipientes/vasijas eran de mucha importancia sobre todo para cargar agua. Los ricos tenían el lujo de disponer de vasijas de mármol, marfil, y hasta de maderas muy finas. Pero, entre la gente pobre/debajos recursos la materia más utilizada para formar vasos/vasijas era el barro.Pablo conocía muy bien los vasos de barro. Seguramente él los utilizaba con frecuencia.Eran muy útiles para almacenar objetos, documentos (como los rollos del Mar Muerto), agua, y en algunos casos se utilizaban como recipientes para basuras.
Era una materia común, bastante frágil, y sobre todo reemplazable. Pablo no pudo
haberse equivocado porque estas tres características posee todos aquellos que somos servidores del Señor. Antes de avanzar en nuestra meditación es de suma importancia que entendamos este principio tan importante acerca de la naturaleza del servidor. Sin embargo nuestro padre Dios por su misericordia y bondad desea manifestar su poder y gloria en este mundo a traves de vasos humanos, el quiere que seamos sus instrumentos en este tiempo y el desea llenarnos de aceite fresco y puro del Espirtu Santo para que podamos brillar como lamparas en la oscuridad. En medio de las tinieblas.
UN VASO DE BARRO ES ALGO COMUN
Notemos que la biblia no nos ha comparado con una vasija de oro o de plata. Tampoco nonos ha comparado con un recipiente fino de madera tallada de caoba. Nos compara con un sencillo y común vaso de barro.
Y realmente somos simples y comunes vasos de barro. Lejos de pensar que somos superiores a los demás, intelectuales, profesionales, eruditos - Pablo dice - “somos vasos de barro”. Somos vasos de la materia más común. No pudo haber encontrado algo más común o corriente para compararnos.
Eso lo vemos sobre todo en las vidas de los discípulos que el Señor eligió. Todos eran simples y comunes. Ninguno era del establecimiento religioso reconocido de Israel. Eran todos sencillos pescadores simples cobradores de impuestos. No había nada sobresaliente en ellos que pudiera provocar la
admiración de la gente.
El mismo Pablo declara que entre el pueblo de Dios - “Pues mirad, hermanos,
vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles” (1 Cor. 1:26).
¿A quienes ha elegido el Señor para servir en su obra? Ha elegido a gente común y
corriente. Y aun cuando usted piense que sabe mucho, que es refinado, que es de la alta sociedad - no se le olvide que no es más que un simple hombre común. Si le quitamos todo su estudio, sus bienes, sus coches, sus ropas finas - lo único que queda es un simple hombre común. Como ministros de la gracia nunca se nos debe olvidar lo simple y común y fragil que somos cada uno de nosotros. No somos más que los demás.Debemos mantenernos humildes delante de Dios y jamas llenarnos de orgullo y de soberbia.
UN VASO DE BARRO ES MUY FRAGIL .NO ES FUERTE EN SI MISMO
Un vaso de barro fácilmente puede quebrarse. Es algo muy fragil. Con un golpe puede quedar inservible la vasija. Asimismo, nosotros somos debiles y muy frágiles. Somos seres humanos suceptibles y sumamente frágiles. Es más a lo largo de la Biblia podemos ver la fragilidad de los grandes hombres de Dios. Somos frágiles en varias áreas. Somos frágiles en nuestra salud. Pablo aconseja a Timoteo diciendole - “Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades” (1 Tim. 5:23). Luego en otra ocasión leemos - “Erasto se quedó en Corinto, y a Trófimo dejé en Mileto enfermo” (2 Tim. 4:20).
En más de una ocasión pueda que la enfermedad toque a nuestra puerta de nuestra vida y nos veamos seriamente afectados. Y tengamos que pasar por el valle de sombra de muerte.
Es importante cuidar nuestra salud. De atendernos cuando sea necesario. De descansar adecuadamente. Dormir bien . Hacer una dieta equilibrada . De hacer el ejercicio necesario para mantener nuestro cuerpo en condición para cumplir con las responsabilidades que Dios nos ha delegado. Nuestro espíritu no podrá predicar, ni tocar, ni dirigir, ni visitar, ni aconsejar, ni interceder, sino a traves de un cuerpo fisico en buen estado.
Para eso necesitamos nuestro cuerpo y mente bien cuidados por lo tanto necesitamos protegerlo y cuidarlo. No olvidemos que nuestro cuerpo es templo y morada del Espíritu Santo de Dios.Hay siervos de Dios que descuidan su salud eso esta muy mal y es un grave error.Se someten a largos ayunos sin una adecuada supervision .
Tambien somos frágiles en nuestras emociones. La parteemocional es muy importante y el sistema nervioso, largos desvelos, ayunos prolongados, mala alimentacion falta de algunas vitaminas y minerales pueden afectarnos. Pablo en su última carta a Timoteo le escribe -“Procura venir pronto a verme, porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia. Sólo Lucas está conmigo. Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio” (2 Tim. 4:9-11). Luego más adelante le dice - “En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta” (2 Tim. 4:16). ¿Notan el tono de la carta y la tristeza de Pablo? ¿Notan su soledad? Donde está el gran Apóstol Pablo que en otra ocasión testifico acerca del Señor Jesucristo frente al Rey Agripa y Festo (Hch. 25). ¡Pues es el mismo! ¡Es el mismo vaso - pero vaso de barro! Nosotros no debemos olvidar que nuestras emociones son igual de frágiles. En el ministerio nos enfrentaremos a situaciones duras muy difíciles. Habrá falsos hermanos, habrán gente que criticará nuestro ministerio, habrá problemas en el hogar. Sucederán muchas cosas que herirán nuestro corazón.
Dios el padre celestial por su infinita gracia y bondad desea en este tiempo manifestar su poder y gloria a traves de fragiles vasos humanos, el quiere que seamos sus instrumentos en este tiempo y el desea llenarnos de aceite fresco y puro para que podamos brillar como lamparas en la oscuridad. la decisión es nuestra...decir si a Dios o decir no.
En esos momentos de angustia debemos buscar a Dios y pedir oracion y será necesario recurrir a nuestros amigos y al cuerpo de Cristo para apoyarnos y ser ministrados. Son uno de los medios que el Señor usará para ministrarnos. Para bendecirnos y ayudarnos . Eso lo vemos en el pasaje que acabamos de ver. Pablo quiere ver a Timoteo. Sabe que en Timoteo tiene un hijo en la fe, pero también un amigo que le será como un bálsamo a su alma en medio de sus aflicciones y tribulación.
Por lo tanto los que amamos a Dios y somos sus servidores - debemos reconocer nuestra fragilidad y necesidad de un amigo en Cristo. Bien lo declara el Proverbista - “En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en
tiempo de angustia” (Prov. 17:17).
Pablo experimento grandes pruebas y el expresa la cantidad de dificultad que hemos de enfrentar - “atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos” (2 Cor. 4:8-9).
El vaso de barro es algo reemplazable
Si un vaso de barro se rompía, fácilmente podía ser reemplazado por otro. Por lo tanto aunque el vaso es importante para cierta función es totalmente reemplazable.
Así nos debemos considerar. El Señor cumplirá sus propósitos con nosotros o sin
nosotros porque por encima de todo están sus propósitos.
Ninguno de nosotros podemos considerarnos como la pieza clave o pieza principal, la parte más importante - ya hay alguien en esa posición y es Cristo - “edificados
sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular” (Ef. 2:20). Todos somos reemplazables. Si alguno cae o se va otro tomara su lugar.
Después de haber considerado la naturaleza del vaso ahora consideremos su contenido. Este contenido de este vaso de barro es muy especial.
II. El contenido especial del vaso de barro
Pablo declara - “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro” (2 Cor. 4:7). ¿A que tesoro se refiere Pablo? La respuesta la vemos al principio del capítulo - “Pero si nuestro evangelio está aun encubierto, entre los que se pierden está encubierto” (2 Cor. 4:3), “Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús” (2 Cor. 4:5).
El glorioso contenido del vaso de barro es el tesoro del Evangelio de Dios que hemos recibido de parte de Dios. Es Cristo mismo Este glorioso evangelio realmente es un tesoro, maravilloso pues nos da salvacion y vida eterna su precio es incalculable por cuanto costó la misma sangre de Cristo.
Por lo tanto, si a algo hemos sido llamados es a ser portavoces del Evangelio de Dios. Ese es nuestro llamado. Llevar este tesoro para que alumbre a toda la humanidad.Llevar el mensaje de salvacion a toda persona en todo lugar.
Para ser verdaderos y dignos vasos de barro que llevan el tesoro del Evangelio es
importante primeramente conocer el mensaje del Evangelio. En la actualidad muchos
servidores dependiendo de su área de servicio tal vez ponen empeño en mejor su
habilidad de predicar, de dirigir, de preparar una actividad, de tocar un instrumento.
Pero, en muchas ocasiones hemos perdido la visión del único tesoro - El Evangelio. Muchos estamos tan dedicados en perfeccionar nuestras habilidades que muchas veces olvidamos que lo principal es dar a conocer ese tesoro.Cristo Jesus. Dios se ha revelado al hombre mediante el verbo y para conocer este maravilloso tesoro del Evangelio es necesario estudiar con diligencia las Sagradas Escrituras.
Cada siervo de Dios debe esforzarse en conocer mas de Dios, desu Reino de su bendita palabra y debera ser uno que conoce los profundos misterios de
Dios revelados en su Palabra. Todo diácono, todo servidor, todo pastor deberá interesarse en el estudio de la Biblia sobre todo. Deberíamos devorar buenos libros que nos impulsen a conocer más a ese maravilloso tesoro.Para asi recibir la sabiduria de Dios .En Jeremias cap 33.3 dice Dios....clama a mi y yo te respondere y te revelare cosas grandes y ocultas que tu no conoces.(los misterios escondidos de Dios,el se los quiere revelar a los que le buscan de corazon a los hijos que estudian con diligencia )
Solo así podremos tener una gran habilidad para presentar el Evangelio para poder presentar este maravilloso tesoro.
Y debemos hacerlo todo para la gloria de Cristo y que nuestros oyentes vieran a “Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús” (2 Cor. 4:5).
Sabe que cuando se regala un anillo nadie admira el estuche en que vino. Eso es lo de menos. Lo principal es el anillo y lo demás simplemente es el estuche donde llegó el preciado tesoro. Eso somos simplemente vasos de barro que contienen un tesoro invaluable.
Dios por su infinita bondad desea manifestar su poder y gloria a traves de vasos humanos, el quiere que seamos sus instrumentos en este tiempo y el desea llenarnos de aceite fresco y puro para que podamos brillar como lamparas en la oscuridad.
La gloria de Dios la vemos manifestada en que haya Él puesto ese maravilloso tesoro en vasos de barro. Eso le da la gloria a Dios porque siendo vasos frágiles, comunes y
corrientes, vemos que se muestra “la excelencia del poder” de Dios y “no de nosotros” (2 Cor. 4:7). Esto es grande y maravilloso porque vemos que aunque nosotros no podemos hacer nada el Evangelio lo hace todo porque es “poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Rom. 1:16). La gloria de Dios se manifiesta en que ha tomado lo vil y menospreciado de este mundo para ser mensajeros de este glorioso mensaje. Eso no habla de la grandeza del mensajero sino de la grandeza y la gloria de Dios.
Suena todo esto maravilloso. Somos vasos de barro usados como portavoces del glorioso mensaje del Evangelio. Dios se glorifica y da luz a los hombres que están en tinieblas mediante hombres comunes y corrientes.¿Pero, porque es que hay tan pocos que realmente quieran ser servidores?
¿Porque es que no hay más hombres y mujeres dispuestos a estar en las filas de aquellos que sirven en la obra de Dios?
Hay muchos que dicen quequieresn seguir a Cristo y quieren tener el nombre de siervo de Dios /// pero a la hora de la prueba o de poner las manos sobre el arado pronto dan vuelta atrás.
La respuesta a esta pregunta nunca la debemos olvidar - “Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifiesta en nuestra carne mortal. De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida” (2 Cor. 4:11-12).
El Apóstol Pablo sabe de las luchas tan grandes y las persecusiones y el desgaste de llevar el Evangelio, el cansancio, los ataques, los problemas que azotan a su pobre vaso de barro lo van a llevar a la muerte, a los agravios, a las fuertes presiones - pero él sabe que vale la pena porque ese glorioso mensaje del Evangelio traerá vida eterna y salvación a todos los que oigan.
¿Estárias dispuesto a sufrir persecusion ataques y
quizá no tener la carrera que hubieran podido tener si no fuese por el ministerio? ¿Estárias dispuesto a no tener los lujos que pudieran si tan solo trabajarán un poco
más y no tener la responsabilidad que tienen como misioneros, o siervos?
Estarias dispuesto renunciar a una joven o un amor para seguir y servir a Jesucristo? Se de jovenes valientes que lo han hecho.
Por mi parte yo estoy dispuesto, no solo a vivir por el evangelio sino a dar mi vida entera por el, porque todo lo que yo tenia por valioso (fama,posicion,riquezas), ahora lo tengo como simple basura con tal de tener a Cristo Jesus en mi vida y a ser lleno del Espiritu Santo quien me llena de gozo de paz de fortaleza uncion y esperanza.
El secreto de la vida de Samuel Kabú Morris
El secreto de este joven africano está en su consagración, a dios su dedicación y humildad y fe sincera. Dios es el mismo hoy en día. Dios no está buscando la educación, la riqueza, la sabiduría humana ni la personalidad atractiva; Él busca una entrega total y una fe sencilla. Quienquiera que se rinda a Él, recibirá lo mismo que Kabú recibió: el derramamiento del Espíritu Santo en su alma.
Que le diga Amado Dios yo quiero ser un vaso de barro en tus manos dame la forma que tu quieres padre amado
EL JOVEN AFRICANO QUE ENSEÑÓ A SUS MAESTROS ACERCA DELPODER DEL ESPÍRITU SANTO
Samuel Kabú Morris era originario de África,de la tribu Kru. era hijo de un rey, pero esto no quiere decir que su familia era rica. Un rey en aquella tierra podía ser un hombre que guía a un pequeño grupo de unas familias.
Cuando él era muy niño, otra tribu africana hizo guerra con la de su padre y esa otra tribu ganó. Al pequeño Kabú (pues se usará su nombre africano en esta biografía) se lo llevaron cautivo. Sus captores no lo querían para hacerlo esclavo, sino más bien, lo hicieron rehén, con la esperanza de que su papá pagara para liberarlo. En los postreros años, Kabú supuso que alguien había pagado el precio, (aunque, siendo que aún él era muy chico, no pudo asegurarse de ello del todo) pues,ASI fue restaurado a su propia gente, quedándose con ella hasta los once años.
A esa edad, fue secuestrado otra vez. De esta experiencia él podía recordarse muy bien, puesto que ya era más maduro.
En cierto caso, su padre fue a los captores para redimirlo. Pero, no tenía suficiente dinero . Su “dinero” consistía de marfil, goma y otras cosas semejantes, pues no se utilizaba el dinero en aquella tierra. Además de ofrecer esas cosas, su padre ofreció dar a la hermana de Kabú ─quien era más joven que él─ en cambio. Pero sus captores no quisieron, pensando que un niño valía mucho más que una niña. Al enterarse de esto, Kabú pidio a su padre no hacer tal cosa, diciéndole que él mismo era más maduro que ella, y podía aguantar las dificultades mejor . Pero los dos reyes no pudieron llegar a un acuerdo, y Kabú fue dejado en cautividad.
Después, el dueño de Kabú empezó a abusar de Kabú mucho más que antes. Él pensaba que al actuar así, el padre de Kabú volvería y pagaría el precio deseado, pues el captor le informó al padre sobre los sufrimientos del hijo. En una conversación que ocurrió años después, Kabú comentó acerca de esa época de su vida, diciendo:
—Aquél hombre tan cruel me azotaba cada día sin causa, y a diario lo hacía con más fuerza.
—¿Con qué te azotaba?
—Con una parra que era como una soga.
—¿Y hacía que te quitaras tu abrigo?
—¡Oh, señor Reade! —contestó Kabú con risa—. ¿Quitarme el abrigo? ¡En mi país no teníamos abrigo, ni camisa, ni pantalones!
Así era Kabú azotado por el cruel hombre. Pero un día, los azotes llegaron a ser tan duros que Kabú ya no podía aguantar más. De repente, mientras recibía un azote, Kabú se fue corriendo al bosque, sin saber a dónde iba. Pero, Dios ─Quien cuidó a Ismael cuando su madre le echó bajo el árbol y lo abandonó para no ver sus sufrimientos─ cuidó a Kabú, también.
Dios tenía una obra para que Kabú llevara a cabo, y, más tarde, sus sufrimientos se convertirían en bendiciones para otros. Así es que... la senda de su vida fue marcada desde el principio.
Dios le guió a través de la selva, de un lugar a otro, hasta que llegó a la costa. No se sabe cuán lejos Kabú había viajado. Solamente sabía que le llevó muchos días, y que había muchos peligros en la ruta.
Kabú no sabía nada acerca del Dios verdadero. Sin embargo, el Dios que cuida de las aves le proveyó su comida, y guió a ese pobre niño a la costa y luego a Cristo mismo. Después de llegar a la costa, empezó a trabajar en una plantación de café, recibiendo como sueldo comida y algo de ropa.
Dios estaba mostrando Su misericordia a Kabú, aunque es muy probable que él no lo reconociera en aquel entonces. Había otro joven que trabajaba en la misma plantación, que se había convertido a Cristo.
Dios estaba mostrando Su misericordia a Kabú, aunque es muy probable que él no lo reconociera en aquel entonces. Había otro joven que trabajaba en la misma plantación, que se había convertido a Cristo.
Ése le habló de su fe en Dios a Kabú, y lo llevó a un culto de su iglesia ─a pesar de que Kabú no podía entender ni siquiera una palabra (pues todavía no sabía el idioma inglés), y no podía comprender qué era la iglesia, la Biblia y la predicación.
Años después, Kabú testificaba que sintió la presencia de Dios en aquel lugar. Mientras él estaba allí, reconoció su perdición y su pecaminosidad. Así salió de aquel culto ─su primero─ con un corazón anhelante y una mente deseosa. Sin saberlo, era como el estudioso eunuco Etiope, quien necesitaba a un Felipe para que lo guiara.
Luego de escuchar a su amigo orar, Kabú le preguntó qué hacía. Su compañero le dijo que hablaba a Dios.
—Y, ¿quién es Dios? —siguió preguntando Kabú.
—Es mi Padre —le dijo su amigo.
—Entonces —razonó Kabú—, estás hablando a tu Padre.
Desde ese momento, Kabú siempre llamaba a la oración “hablar al Padre”. Y, al sentir la convicción del pecado en aquel culto, él, también, empezó a “hablar al Padre”. La convicción que sintió no fue la de la clase que es tan común hoy: fue fuerte y constante, tanto... que fue impulsado a “hablar al Padre” en voz alta, en horas “fuera de tiempo”, según pensaron algunos. A veces sus gritos se escuchaban a medianoche. Por fin, los que trabajaban con él lo declararon ser molesto y le dijeron que si no podía quedarse en silencio que entonces tendría que salir del cuarto. Entonces, salió al bosque ─noche tras noche─ para continuar su lucha, al igual que Jacob en Peniel.
Cierta noche, se quedó en el bosque hasta muy tarde, y por fin volvió a su humilde cuarto para dormir, ya todo cansado y afligido. Pero él no podía dormir. Aunque su lengua guardaba silencio, su corazón seguía orando hasta que, de repente... ¡su cuarto pareció iluminarse! Al principio, Kabú pensó que era el alba, pero todos los demás continuaban durmiendo. La luz alumbraba más y más, hasta que el cuarto se llenó de la gloria de Dios. A la vez, el peso de su corazón desapareció y en su lugar reinó gran paz. Su cuerpo pareció serle tan liviano como una pluma, tanto... ¡que Kabú pensó que podría volar!
Tanta gloria no podía contenerse. Kabú empezó a alabar y a saltar como el hombre que fue sanado a la puerta Hermosa (Hechos 3:8). En seguida, todos los que estaban en el cuarto despertaron, y no pudieron dormir por el resto de aquella noche, pero muchos creyeron que Kabú se había vuelto loco.
Así fue su conversión: sencilla, definitiva y poderosa. Ordinariamente, Kabú no era muy emocionante ni demostrativo: Al contrario, él era considerado como una persona muy calmada. Pero cuando hablaba de su conversión, sus ojos lucían fuego y todo su cuerpo temblaba de la emoción. Su apariencia era la de un poeta cuando cantaba:
¡Oh, momento sagrado!
¡Oh, sacrosanto lugar!
Do el amor divino hallóme.
No importa lo que me haya de pasar,
Mi corazón siempre pensará en ti.
Y cuando me levante para ir,
Arriba a mi hogar celestial,
Volveré la mirada, una vez más,
Al lugar donde fui perdonado.
No se sabe por cuánto tiempo él se quedó trabajando en aquella plantación de café. Solamente se sabe que fue suficiente para aprender el inglés, y para aprender a leer y a escribir un poco. Mientras trabajaba allí, una misionera le apodó ‘Samuel Morris’. Y, por ese nombre lo conocía la mayoría de los que hablaban ese idioma. Además de enseñarlo a leer y a escribir, la misma mujer le enseñó lo básico del evangelio.
Pasado el tiempo, dejó la plantación de café y se mudó a un pueblo, donde aprendió a pintar casas. En tal ocupación trabajó por unos años. Pero, en su corazón, sintió un creciente deseo de predicar a su propia gente acerca del bendito Salvador que le había dado tan gloriosa salvación. Así es que un día visitó a un misionero, y le compartió de lo que sentía en su corazón ─acerca del deseo en su corazón de predicar a su propia gente.
Lo que sucedió nos causa gran tristeza, aunque lo mismo todavía pasa muchas veces. Aquél misionero le dijo a Kabú que para poder predicar el evangelio, necesitaba prepararse y ir a un seminario a educarse. Y, para educarse, tenía que ir a los EE. UU. Además, para ir a los EE.UU., le iba a costar US$100.00. [Hoy en día, podría ser unos US$1000.00: una gran cantidad para un joven tan pobre.]
¡Qué consejo tan erróneo! Sin embargo tal actitud es muy común, eso es, la idea de que un hombre necesita estudiar en una universidad o seminario para poder predicar. La Biblia no enseña tal cosa. En verdad, muchos de los apóstoles eran hombres pobres y sin educación: ¡exactamente como Kabú! Y jesus los envio a predicar de dos en dos. Para testificar y decirle a la gente Cristo es el Salvador El me ha salvado, Cristo me ha libertado, el me ha dado paz y una nueva vida!! no se necesita pasar 5 anos en un seminario!!
Pero a pesar de recibir un consejo equivocado, de un religioso, Dios lo usó. Dios, en Su gran sabiduría y misericordia, permitió que Kabú siguiera tal consejo... ¡para demostrar cuán erróneo el mismo realmente era!
Al recibir ese consejo, Kabú se apresuró al bosque ─el lugar que usaba para charlar con su Padre─ para hablarle acerca de la situación. Él oró así:
—Ahora, Padre mío... Tú me has llamado a predicar a mi propia gente. Pero, el misionero dice que no puedo predicar sin ser educado, y para educarme, tengo que ir a los EE. UU. Padre mío, Tú sabes que no tengo ni siquiera un centavo. Ahora, por favor, ábreme el camino.
Desde aquella oración en adelante, Kabú siempre creyó que Dios ya había determinado que el camino fuese abierto. Así, estaba esperando que viniera una embarcación que lo llevaría hasta el país tan lejos de su hogar.
Durante ese tiempo, hubo una joven misionera que había llegado para trabajar en África. La misma había nacido del Espíritu Santo y había aprendido a diariamente andar bajo la Presencia Divina. Sus co-misioneros pensaban que ella no podría lograr nada en su campo de labor, puesto que, muchas veces, ella prefería estar a solas. Intercediendo y orando con fervor. Pero, ella estaba gozando de la íntima comunión con el Padre.
Cuando Kabú escuchó de la llegada de ella, caminó muchos kilómetros para visitarla. Llena del Espíritu Santo, ella rebosó de gozo, compartiendo a Kabú acerca de lo que experimentaba. No se sabe si era por falta de enseñanza acerca del Espíritu Santo o no, pero Kabú sintió un gran deseo de saber más acerca de Él. Él visitó y escuchó a la misionera varias veces para aprender más, pero, por fin, ella, cansada por las muchas preguntas de Kabú, le dijo que si quería saber más, tendría que preguntar a Esteban Merritt, pues ese hombre le había enseñado a ella todo lo que ella sabía acerca del Espíritu Santo.
Al escuchar ese consejo, Kabú le dijo:
—Entonces, voy a ir. ¿Dónde vive él?
—En Nueva York —respondió ella riéndose.
Una vez más, se nota que a Kabú le dieron otro consejo erróneo. ¿Por qué no le aconsejaron buscar en la Biblia o que se valiera de la oración?
Con todo, la misionera no vio a Kabú otra vez: ¡ya él había emprendido su viaje a los EE. UU! Él viajó muchos kilómetros, hasta que por fin vio una embarcación, y pronto una barquita arribó con algunos marineros. Kabú se acercó al capitán y le pidió que le llevase a Nueva York. Con maldiciones y burlas ... le fue negado. Pero, Kabú tenía la plena seguridad de que era la voluntad de Dios que aún fuera. Después de recibir una respuesta negativa por su segundo intento, durmió en la arena de la playa esa noche.
La siguiente mañana, Kabú pidió por la tercera vez que le llevasen a Nueva York.
El capitán le preguntó:
—¿En qué puedes trabajar?
—En cualquier cosa —respondió Kabú.
El capitán pensó que eso quería dejar dicho que Kabú sabía hacer de todos los trabajos de una nave, pero, realmente, lo que Kabú quería decir era que estaba dispuesto a hacer cualquier tipo de trabajo. Y, puesto que dos marineros recién habían abandonado sus posiciones, el capitán mandó que Kabú entrara a la nave.
—Y, ¿qué pides? —preguntó el capitán, refiriendo al sueldo de Kabú.
—Quiero ver a Esteban Merritt —explicó Kabú.
Así, Kabú empezó su viaje por el mar, no sabiendo nada sobre naves ni sobre el mar. Al tercer día, Kabú se encontró con otra prueba: el mareo. Pero, otra vez, la fe de él venció. Él se arrodilló y oró, diciéndole al Padre:
—Padre, Tú sabes que he prometido trabajar para el capitán cada día hasta que lleguemos a América. Pero no puedo si estoy enfermo. Quítame, entonces, esta enfermedad. —Y, desde aquel momento en adelante, siempre estuvo bien y pudo cumplir sus quehaceres.
Su ignorancia y sencillez le causó muchos sufrimientos en ese barco ─él fue maltratado y golpeado. Pero, su paz era como un río, su confianza grande y su seguridad muy firme. Tanto... ¡ que el capitán cayó bajo convicción de pecado y se convirtió a Dios! Y, el fuego de avivamiento corrió por la nave, ¡hasta que la mitad de los marineros también se rindieron a Cristo y entregaron su vida a Dios!
Al llegar a Nueva York, los marineros le regalaron ropa (pues empezó el viaje con muy poca ropa y sin zapatos) y le despidieron.lo abrazaron.Habia llegado a ganarse el corazon de los duros marineros. Kabú se bajó de la nave y se acercó al primer hombre que vio; un hombre transeúnte.
—¿Dónde vive Esteban Merritt? —Kabú le preguntó.
Dios estaba guiando a Kabú, porque Esteban Merritt vivía en otra parte de la gran ciudad ─a unos 5 ó 6 kilómetros de ese lugar. Sin embargo, el hombre le contestó:
—Le conozco; vive allá en la Avenida Octava, al otro lado de la ciudad. Te guiaré hasta allá si me pagas un dólar.
—Vamos —dijo Kabú; a pesar de que no tenía ni siquiera un centavo en el bolsillo.
Al llegar al hogar de Esteban, éste iba saliendo de su casa para ir al culto.
—Allí está —dijo el guía. Kabú se le acercó a Estaban y le preguntó:
—¿Es Usted Esteban Merritt?
—Sí —respondió Esteban.
—Mi nombre es Samuel Morris ─Kabú usó su nombre inglés de América─. Acabo de llegar de África para hablar con usted acerca del Espíritu Santo.
—Muy bien —dijo Esteban—, voy al culto de oración en la calle Jane. Pasa a la misión ahí a la próxima puerta. Cuando yo vuelva, haré preparaciones para tu alojamiento.
Esteban pagó al guía y se fue al culto. Kabú entró a la misión. Al volver a su casa, a las diez y media de la noche, Esteban se recordó de Kabú. Se apresuró a la misión para prepararle su alojamiento. Pero, al entrar a la puerta de la misión, ¿qué vio? ¡Ya Kabú tenía a 17 hombres arrodillados alrededor de él! Él les habia predicado y los había guiado a Jesús, y todos estaban regocijándose en Su perdón. Después, Esteban dijo que él nunca había visto tal cosa en toda su vida. El Espíritu Santo había obrado por medio de un pobre joven africano, quien no tenía mucha educación ni tenía mucha “cultura”.
Sin embargo, se hizo muy patente que el poder del Espíritu Santo moraba en él.
Sin embargo, se hizo muy patente que el poder del Espíritu Santo moraba en él.
Kabú había llegado a Nueva York un viernes. Dos días después, el domingo, Esteban invitó a Kabú a acompañarle a la Escuela Dominical. Kabú nunca había visitado una Escuela Dominical, pero consintió en ir. Así, Esteban introdujo a Kabú como alguien que había llegado de África para escuchar acerca del Espíritu Santo. Muchos de los que estaban allí se rieron al escuchar esto. No obstante, Esteban le dio a Kabú la oportunidad de hablar.
Esteban nunca supo lo que Kabú dijo, pues aquél tenía que atender una persona mientras Kabú hablaba. Pero al regresar , Esteban se maravilló: ¡muchos jóvenes se habían adelantado al “altar”, llorando! La presencia y el poder del Espíritu Santo habían llenado el lugar.
KABÚ ENSEÑA AL MAESTRO
Unos días después, Esteban tuvo que ir a otra parte de la ciudad para oficiar un funeral. Él invitó a Kabú a que le asistiera, diciéndole: Samuel, quiero mostrarte algo de nuestra ciudad y del Parque Central.
Kabú nunca había montado un coche jalado por caballos, y su ignorancia de tales cosas casi hizo que Esteban riera. Pasaron las calles y por fin llegaron a la Gran Ópera. Esteban se la señaló a Kabú y le empezó a explicar acerca de ella. De repente, Kabú le preguntó:
—Esteban Merritt, ¿a veces ora usted en un coche?
—Sí —respondió Esteban—, muchas veces he sido bendecido mientras viajaba en coche.
Al recibir esa contestación, Kabú puso su mano sobre la de Esteban, le guió a arrodillarse y dijo:
—Vamos a orar.
Esta era la primera vez que Esteban se había arrodillado en un coche para orar. Kabú le habló al Espíritu Santo diciéndole que él había venido de África para hablar con Esteban acerca de Él, pero que Esteban siempre charlaba de otras cosas, y, que, además, quería mostrarle la iglesia, la ciudad y la gente; y que, mientras tanto, él tenía grandes deseos de escuchar y aprender acerca de Él. Kabú siguió orando, pidiendo que el Espíritu Santo quitase del corazón de Esteban todas esas cosas y que le llenase tanto de Sí Mismo... de modo que Esteban no escribiera, predicara ni hablara de otra cosa sino solamente del Espíritu Santo.
De aquel día, Esteban escribió después: “Realmente, había tres personas en el coche ese día. Nunca he conocido otro día igual; fuimos llenados del Espíritu Santo, y Él hizo de Kabú el canal por el cual yo fui instruido y capacitado más que nunca. Muchos obispos han puesto sus manos sobre mí varias veces y hasta he sido ordenado por los ancianos de la iglesia: pero esos eventos no se pueden comparar con el poder que me sobrevino cuando Kabú oraba. Santiago Caughey puso sus santas manos sobre la cabeza de Tomás Harrison y sobre la mía, orando que el Espíritu de Elías cayese sobre nosotros los Eliseo: Y, sí, el fuego cayó y el poder vino. No obstante, recibí poder permanente en el coche, al lado de Kabú. Desde entonces, no he escrito ni hablado ni siquiera una palabra, sino por y en el Espíritu Santo. Kabú fue un instrumento en las manos del Espíritu Santo para mi crecimiento y desarrollo en las estupendas cosas de Dios. Kabú fue a Fort Wayne, Indiana, y trastornó la Universidad de allí trajo avivamiento y renovacion y fue muy usado por Dios (Hechos 17:6). Él vivio y siempre anduvo lleno del Espíritu Santo, pues El era su pasion, luego de terminar su obra.kabu murio.
Y, puesto que un hombre o mujer ungido nunca muere, la vida de Kabú sigue dando testimonio hoy en día. Mientras yo viva, las memorias de él nunca morirán. Para mí, ese humilde joven era una maravilla ─un milagro de la gracia de Dios. Aprendí a amarle como a un hermano, y de él aprendí lecciones de fe y consagración, las cuales yo nunca antes conocí.”
Y, puesto que un hombre o mujer ungido nunca muere, la vida de Kabú sigue dando testimonio hoy en día. Mientras yo viva, las memorias de él nunca morirán. Para mí, ese humilde joven era una maravilla ─un milagro de la gracia de Dios. Aprendí a amarle como a un hermano, y de él aprendí lecciones de fe y consagración, las cuales yo nunca antes conocí.”
Entonces que Kabú, aquél joven africano, enseñó a su maestro Esteban Merritt ─quien era reconocido por muchos como un hombre muy espiritual─ acerca del Espíritu Santo.
EN LA UNIVERSIDAD CRISTIANA
Algunos de los jóvenes de la Escuela Dominical habían formado una sociedad misionera llamada “Sociedad Misionera Samuel Morris”. Planteaban proveer todas las necesidades de Kabú hasta que el entrara a la universidad, si ésta le proveería una educación gratuita a Kabú. Así que, Esteban Merritt escribió una carta a la Universidad, pidiendo lo mismo. A pesar de que la Universidad se había formado recientemente y tenía una gran deuda, se le dio la bienvenida a Kabú. Y, en el mes de diciembre, llegó a Fort Wayne, Indiana para empezar sus estudios.
Inmediatamente, Kabú llegó a ser una curiosidad para los otros estudiantes. No sabía comer muchas de las comidas americanas y tenía que aprender las costumbres y la cultura de su nuevo hogar. Además, había cosas extrañas para él, como la nieve; ¡tal cosa nunca se ve en su tierra nativa tan caliente!
Pero, repentinamente, por medio de su vida consagrada, fue grandemente respetado como un siervo de Dios. En el siguiente suceso, se ve un ejemplo de cómo pudo ganar el respeto de sus nuevos amigos. Al entrar a la universidad, uno de los maestros le preguntó:
—Samuel, ¿cuál cuarto quieres usar de dormitorio?
—Oh, Señor Reade —respondió Kabú—, cualquier cuarto está bien para mí. Si hay un cuarto que nadie quiere, déme ése.
Al escuchar esa respuesta... el maestro tuvo que llorar.
Después dio testimonio de que, en todos sus años como maestro en esa universidad, les había preguntado a más de mil estudiantes cristianos que cuál cuarto preferían; pero Kabú fue el único que contestó que quería el cuarto que nadie quisiera.
Después dio testimonio de que, en todos sus años como maestro en esa universidad, les había preguntado a más de mil estudiantes cristianos que cuál cuarto preferían; pero Kabú fue el único que contestó que quería el cuarto que nadie quisiera.
Otra vez, Kabú enseñó a su maestro acerca de la humilde sencillez que nosda el Espíritu Santo.
A pesar de su incapacidad de hablar el idioma inglés bien, muchas veces predicó en la iglesia. Su manera sencilla, quieta, natural y eficaz de hablar cautivaba a la audiencia. Pero sus “charlas con su Padre” fueron las que ganaron el respeto de sus co-estudiantes y maestros. Mientras otros dormían, Kabú oraba: en las mañanas, a medianoche; donde y cuando quería. Tan absorto se quedaba en sus oraciones, que, a veces, muchos entraban para ver la escena, pero Kabú no se daba cuenta.
Si escuchaba un toque a la puerta mientras oraba, seguía orando hasta terminar su charla con su Padre. Luego, con una sonrisa, le abría la puerta al visitante, diciéndole:
Si escuchaba un toque a la puerta mientras oraba, seguía orando hasta terminar su charla con su Padre. Luego, con una sonrisa, le abría la puerta al visitante, diciéndole:
—Entra. Ya terminé de hablar con mi Padre, por el momento.
Además de ser amante a la oración, Kabú se convirtió en un amante de la Palabra, a pesar de que la lectura le era difícil. Sin embargo, cuando tenía oportunidad, la leía, o, si alguien estaba visitándolo, le pedía que le leyese un capítulo. Para Kabú, la Biblia era otro medio de escuchar la voz de su Padre.
A Kabú, le gustaba vivir en los Estados Unidos. Pero su deseo era volver a su propio país para predicarle a su propia gente. Su amor a Cristo y a las almas era más fuerte que el amor a la comodidad. Con todo, el deseo de Kabú nunca se hizo realidad. Nunca pudo regresar a su querida Africa. El fuerte frío de Indiana, con temperaturas de 20 grados bajo cero, era demasiado para su cuerpo africano, y en el mes de enero del año 1893, sufrió un fuerte resfriado. Durante los siguientes meses, pudo estudiar, pero no pudo vencer la enfermedad por completo.
Poco a poco, su cuerpo fue perdiendo fuerza. Kabú supo que su fin se aproximaba; pero de él no se escuchó ni siquiera una queja. Cuando le preguntaron de su deseo de volver a su país para predicar, dijo:
—Otros pueden hacer la obra mejor que yo. No es mi obra, es de Cristo; Él tiene que escoger a sus propios obreros.
Viendo que su muerte estaba muy cerca, le preguntaron que si temía la muerte. Kabú sonrió y respondió:
—Oh no, Señor Reade. Después de yo conocer a Jesús, la muerte se convirtió en mi amigo.
Luego, Kabú lleno de una gran paz pasó a la eternidad un día del mes de mayo del año 1893. Muchos lloraban viendo a este joven africano marchar al cielo y sin duda muchos lo extranarian. Kabu nunca pudo regresar a Africa para cumplir su sueno de ser mensajero del Evangelio a su gente.
Su funeral fue llenado por cientos de personas, y muchos hombres fuertes lloraron sin vergüenza alguna. ¿Por qué? ¿No era Kabú solamente un pobre joven africano?
Sí, Kabú sólo era un pobre joven africano. Pero ese joven sin educación, sin dinero y sin una gran preparacion cristiana tenía algo que muchos no tenían: Estaba lleno del Espiritu Santo y tenia una hermosa e íntima relación con el Dios Viviente. Una vida de oracion. Kabú hablaba con Dios, y Dios con él.Era un fiel intercesor. Kabú caminaba siempre con Dios.
Poco después de su muerte, durante una reunión, varias personas estaban compartiendo de cómo la vida de Kabú había afectado las vidas de ellos mismos. De repente, un joven se puso de pie y dijo que sentía que Dios estaba llamándole a ir al África para predicar a la gente de Kabú, en lugar de éste. Al sentarse ese joven, otro se puso de pie y dijo lo mismo. Y, al sentarse el segundo, el tercer joven se puso de pie y proclamó que él también sentía el llamado de Dios. Así, los tres jóvenes empezaron a prepararse para ir a África en lugar de Kabú.
El secreto de la vida de Samuel Kabú Morris está en su consagración, humildad y fe. En su vida de estrecha comunion con Dios. Dios es el mismo hoy en día. Dios no está buscando alguien con una excelente educación, la riqueza, la sabiduría humana ni la personalidad atractiva; Él busca una entrega total y una fe sencilla. Quienquiera que se rinda a Él, recibirá lo mismo que Kabú recibió: el derramamiento del Espíritu Santo en su alma.Una uncion fresca y poderosa que lo llenara de amor de paz y de gozo.
Habrá alguien mas tocado por Dios para llevar el mensaje de salvación al Africa.para ser luz y sal alli en ese vasto y maravilloso continente?.
Yo puedo oir a Dios diciendo.A quien enviaré?Quien ira a dar mi mensaje?
Podrias decir a Dios..... heme aqui Señor Yo ire !! enviame a mi!!
LOS TRES AMIGOS Y LA PIEDRA PRECIOSA
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PR WILY HAMEL DIRECTOR MISIÓN CRISTIANA DEL BUEN PASTOR UN MINISTERIO DE AVIVAMIENTO BAJO EN CIELO ABIERTO. ESTA ES UNA FAMILIA DE ADORADORES FIELES QUE AMAN A DIOS CON TODO SU CORAZÓN. EN SANTA CRUZ BOLIVIA. ESCRÍBENOS DESEAMOS SABER DE TI. TAMBIÉN BRINDAMOS APOYO EN ORACIÓN. SI DESEAS AYUDA. LLÁMANOS. TENEMOS MAS DE 25 AÑOS DE EXPERIENCIA SIRVIENDO A DIOS COMO MISIONEROS EN ESTA CIUDAD. BUSCANOS EN FACEBOOK
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